miércoles, 18 de marzo de 2020

La prisión de Maya


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La prisión de Maya, la ilusión


El difunto hijo de Srivasa continuó: “Quedé atrapado en las redes de la ilusión y fuertemente atado por la ignorancia y la confusión. Desde tiempo inmemorial he nacido muchas veces, vagando de aquí para allá, retornando siempre a la prisión de Maya-devi. Estuve en cuerpos de semidioses y de demonios; a veces en cuerpos humanos y otras en cuerpo de animales, aves o insectos. A veces fui al cielo y luego al infierno, para después regresar a este planeta terrenal con todos mis falsos y transitorios deseos y esperanzas. No puedo imaginar la fuerza de mis actividades piadosas previas, que me llevó a nacer en el honorable hogar de Srivasa Pandita en la sagrada tierra de Nadia, y recibir la oportunidad de ver y tocar Tus Sagrados pies de loto. Cada vez que tengo que morir, experimento siempre mucho dolor y aflicción al abandonar el cuerpo. Sin embargo, esta vez dejo el mundo glorificándote plenamente y percibiendo una gran felicidad debido a Tu presencia. ¡Oh mi Señor Hari! Si es Tu deseo que yo nazca de nuevo, permíteme entonces permanecer siempre en amorosa dedicación a Tus divinos pies de loto”. Después de hablar así, el joven guardó silencio. Toda la familia de Srivasa detuvo por completo su lamentación y experimentó gran gozo al presenciar este sorprendente pasatiempo de Nimai Pandita, cuyas cualidades y características son como incesantes lluvias de néctar.